¿Qué
son «los Oficios y Oferentes» de El Toboso?
Devoción,
sentimiento, promesa, agradecimiento, compromiso, penitencia, tradición, fe,
arrepentimiento … son el racimo de expresiones más usadas entre la multitud de
toboseños que un día fueron, hoy son, y siempre serán «los Oferentes del
Santísimo Cristo de la Humildad», patrón de la villa de El Toboso (Toledo).
EL
TOBOSO / 11 MAY ■ InfoParroquia.- Cada vez que la imagen del Santo Cristo de
El Toboso sale de su ermita en las dos veces que lo hace a lo largo del año, siempre
va acompañado de un tropel de fieles y devotos suyos portando una serie de
insignias popularmente llamadas «oficios».
Un oficio se compone de una bandera, una
jineta y un farol. Y a quienes lo llevan se les denomina «oferentes». Así, «un
oferente es aquella persona, o grupo de personas, que por su devoción y piedad al
Santísimo Cristo ostenta por un año un oficio del que se hace cargo y custodia
con especial cuidado en su hogar». Es una forma pública de vivir más apegados a
esta Sagrada y Bendita Imagen que tantos corazones remueve.
Para poder ser oferente del Cristo y suplicar
un oficio es obligatorio apuntarse a una larga lista que coordina su Hermandad.
Son muchas las personas, incluso familias o grupos de amigos, que por distintos
y variados motivos sienten la necesidad de «agradecerle» beneficios o gracias
especiales recibidas solicitando la adquisición de un oficio. La tardanza en
obtener este estímulo oscila entre ocho y diez años y la posesión del mismo es
de un año cuyo inicio y finalización se da cada Pascua de Pentecostés, entre
los meses de mayo y junio, en el transcurso de las fiestas patronales de El
Toboso a las que también se las apellida como «Pascua de Mayo», por coincidir
siempre con la Pascua de Pentecostés.
Familia
Carreño –Valdepeñas
InfoParroquia EL TOBOSO ha visitado a esta
familia cuyos miembros ostentan en este 2016 cinco oficios. Los hermanos Milagros, Ángela María, Ángel, Antonia y Juan están disfrutado de un oficio cada uno y sus respectivas
familias durante todo este año. Lo tomaron la noche de Pentecostés de 2015, un
24 de mayo, y será el próximo 15 de mayo cuando tengan que entregar estas
insignias a otros oferentes. Pero lo que hace más especial este asunto es que
estos cinco oficios se suman al «oficio permanente o vitalicio» que sus padres,
Juan Carreño Ortega y Leona Valdepeñas Rioja, tienen y gozan
desde 1973.
Fue Juan, en 1972, el que por primera vez
sintió y vivió la posesión de un oficio de manera muy especial e íntima. Al año
siguiente y junto a su mujer, confeccionó una bandera, una jineta y un farol
para sumarse a los diez oficios existentes aquel año. Desde entonces y mediante
un acuerdo con la Junta de Gobierno de la Hermandad del Santísimo Cristo de El
Toboso, Juan y Leona han sido oferentes durante más de cuarenta años
ininterrumpidamente.
A la muerte de Juan, en julio de 2002,
Leona continuó con la heredad de este oficio que ostenta cada Pascua de Mayo,
acompañada de sus hijos. Pero es en este 2016 y por primera vez en la historia
de esta familia, cuando todos sus miembros están gozando del alarde de tener un
oficio cada uno y ser todos juntos y al mismo tiempo «oferentes del Santo Cristo».
«Principalmente es un sentimiento de agradecimiento
y devoción, una ofrenda que cada uno quiere hacer al Santísimo Cristo. Así lo
he vivido siempre en casa de mis padres», argumenta Antonia Carreño Valdepeñas, quien además ya vivió la experiencia de
tener un oficio en 2012 junto a su marido e hijos y que ahora vuelve a sentirla
al lado de su madre, hermanos y hermanas. «Pero también es una responsabilidad
pues ser oferente conlleva unos compromisos de convivencia con los oferentes de
cada año y de colaborar en el sostenimiento de esta devoción hacia nuestro
patrón y la fiesta que en estos días de la Pascua de Mayo se organiza en torno
a Él, tanto a nivel espiritual como popular. No es ser ni mejor ni peor,
simplemente es un acto de devoción muy íntimo y especial. No hay palabras para
explicarlo. Es un sentimiento muy hermoso que tiene su culmen cuando te acercas
a la Imagen de nuestro Cristo y delante de Él depositas tu ofrenda la tarde del
domingo de Pentecostés. Ahí afloran y salen todas las emociones. Y lloras».
Dada su experiencia y vivencia de esta
fiesta por diversos motivos, pues su hija fue también «dama del Cristo»,
Antonia nos explica que «cada vez que el Cristo sale de su ermita para ir a la
Iglesia Parroquial va acompañado de todos los oferentes, además de su Hermandad
y fieles. Actualmente hay 15 oficios y cada oficio se compone de una jineta y
farol, que van al lado de la carroza del Cristo, y la bandera que, sin dejar de
bailarla, camina cara al Cristo y de espaldas a la gente durante todos los
trayectos de la procesión, ya sea en la calle como dentro de la Iglesia».
También, «los oferentes nos hacemos cargo de la “ranra”, que es la invitación
que se ofrece a todo el pueblo tras los actos religiosos en los días grandes de
la Pascua de Mayo; o sea, el 14 y 15 de mayo de este año. Esto implica que cada
oferente que tiene un oficio hace una aportación de 400,00 euros para cubrir
los gastos que conlleva “la ranra”. Además, hacemos una aportación de 250,00
euros cada oficio como donativo a la Hermandad del Cristo […] Pero lo
importante es vivirlo con fe y devoción», nos dice.
Bandera,
jineta y farol
Hablar de un «Oficio» es hacer referencia
a las insignias que lo componen, que son tres: la bandera, confeccionada a base
de telas adamascadas de color púrpura en referencia al manto que le fue
colocado a Jesús en su pasión (Jn 19,2); la jineta, una especia de centro o
báculo guía coronado con la imagen del Santísimo Cristo de la Humildad; y el
farol, una luminaria en forma de cilindro con paredes de vidrio y en cuyo
interior se coloca una luz. Y estas tres insignias se exhiben en cada salida
procesional del Cristo, tanto en las de Semana Santa como en las fiestas
patronales de la Pascua de Mayo, así como en otras salidas extraordinarias que
acuerde la Junta de Gobierno de su Hermandad.
Los oferentes asisten con estas insignias
a todos los actos litúrgicos y religiosos en honor al patrón de El Toboso,
aunque «el momento de mayor esplendor se concentran en las procesiones en donde
un largo venero de 15 banderas ondean sin parar a base el pulso y ritmo de los
oferentes que las menean cara al Cristo y caminando de espaldas a la gente»,
concluye Antonia.
Historia
«Aunque esta tradición de "los oficios y
oferentes del Cristo de El Toboso" se extiende de forma inmemorial en el
tiempo, puesto que ha pasado de padres a hijos, a día de hoy no gozamos de
datos precisos que señalen el origen de esta usanza en las fiestas patronales
toboseñas […] Ni tampoco del origen de las insignias. No obstante, sí hemos
encontrado en el fondo documental del Archivo Histórico de la Parroquia de El
Toboso algunos datos aproximativos que dan pie a pensar de dónde nació este
concepto de “oferentes”», nos señala D. Juan
Miguel Romeralo Santiago, párroco de la localidad y predicador el solemne
quinario de este 2016, Año de la Misericordia.
Entre los libros de cuentas de las
Hermandades y Cofradías que antiguamente existieron en la Parroquia está el de
la Cofradía de Jesús de la Humildad, de mitad del siglo XVIII. En su interior
ya aparecen mencionados las aportaciones de unos tales «oficiales» que venían a
ser como los encargados o responsables de conseguir todo lo necesario para la
fiesta del titular, especialmente «lo que después se repartía entre los pobres
y necesitados de la villa para que tuvieran qué comer en estos días solemnes de
la Pascua de Pentecostés». Todo hace pensar que de estos «oficiales» se evolucionó
al término de «oferentes» que a día de hoy vienen siendo los encargados de
agasajar al pueblo en los mismos días festivos por medio de lo que en El Toboso
se conoce como “la ranra”, una invitación popular a base de zurra manchega,
frutos secos entre los que destacan los garbanzos tostados, y otros productos típicos.
FOTO:
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tuvidaenfoto, 2016
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Navatobo, 2014
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Pepeltoboso, 2012
001.-
Imágenes extraídas del spot tv «Cristo de la Humildad 2016 El Toboso»
002-004.- Oferentes y sus familias.
005-006.- Grupo de Oferentes y Antonia Carreño con su marido en 2012.
007.- Procesión.
008-011.- Banderas.
012.- Antigua jineta.