La
hermana Blanca Lila profesó solemnemente dentro de la Orden de Santa Clara en El
Toboso
Un
buen número de sacerdotes, religiosas, amigos de la comunidad y fieles han
acompañado a la nueva monja profesa, entre ellos su familia venida desde
Paraguay, que se han dado cita en el Convento de la Concepción de las Hermanas
Clarisas de El Toboso (Toledo).
EL
TOBOSO / 21 NOV ■ Infoparroquia.- «Hoy es un día de solemnidad en esta casa
de Hermanas Clarisas. Un día grande, con la misma solemnidad como cuando
celebramos las fiestas de la Virgen, de nuestro Padre San Francisco o nuestra
Madre Santa Clara. Porque hoy, nuestra hermana Blanca Lila se consagra para
siempre al Señor». Con estas palabras y tras el saludo a los presentes, ha
iniciado su homilía el franciscano P. Juan
Pedro Ortega Torrero, de la comunidad de religiosos que la Orden del Santo
de Asís tiene en Alcorcón (Madrid), quien se ha trasladado hasta la Patria de Dulcinea
para presidir la profesión solemne de la hermana Blanca Lila de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, O.S.C. Una
celebración que comenzó a las doce en punto del medio día de este sábado, 21 de
noviembre, y que contó con la presencia de los padres y familiares de la nueva
monja profesa que se trasladaron desde la capital de Paraguay, Asunción, hasta
la mismísima ciudad de El Toboso, en la provincia de Toledo.
Además de su familia, también estuvo
presente en esta celebración el capellán del convento y párroco de la
localidad, Rvdo. D. Juan Miguel Romeralo
Santiago, el capellán del Monasterio toboseño de Trinitarias, Rvdo. D. Eduardo Toledo Bielsa, religiosos de la
Tercera Orden Regular de las comunidades de Quintanar de la Orden (Toledo) y
barrio de Vallecas, en Madrid, así como otros sacerdotes y religiosos amigos de
la comunidad de hermanas Clarisas, que a su vez estuvieron muy bien arropadas por la
presencia de un nutrido grupo monjas de la misma Orden procedentes de los
conventos que actualmente conforman la Federación de Castilla y que en esta
mañana hicieron de coro en la Misa.
La hermana Blanca Lila emitió su fórmula
de profesión en presencia de la nueva Madre Abadesa de la recién estrenada
comunidad El Toboso –Villarrubia de los Ojos, sor Cristina Santos Rojo, una nueva andadura de filiación monacal que
aglutina a dieciséis monjas clarisas repartidas entre los dos conventos
existentes en pleno corazón de La Mancha toledana y ciudadrealeña. También le
acompañó en este momento la madre sor
Rosario, que durante estos seis años y medio que Blanca Lila lleva en El
Toboso ha ejercido de formadora y maestra.
Sal
de tu tierra
El P. Juan Pedro, comentando la vocación
de Abrahán llamado a forman el pueblo de Dios, se dirigió a Blanca Lila
recordándole que «la profesión que emites hoy es la entrada definitiva en la
tierra prometida, en el compromiso definitivo entre Dios, que un día te llamó a
salir de tu tierra y patria (Paraguay), y de la casa de tus padres, para
seguirle más de cerca. Y tú, siguiendo aquella primera llamada de parte de Dios,
has ido madurándola, acrisolándola, hasta llegar a este momento en el que te
comprometes pública y definitivamente a ser su esposa para siempre, teniéndole
a Él como al único amor de tu vida. Sí, pues este compromiso que hoy haces, sé
que nace del convencimiento de que Dios es el único y el verdadero Amor de tu
vida, que da respuesta a los interrogantes más profundos del corazón enamorado
y que hace comprender que no necesitas de ningún otro amor para llenar tu
corazón, porque Dios te llena totalmente»
«Esta alianza de amor entre Dios y tú
lleva consigo el compromiso de aspirar a los bienes de arriba, donde está
Cristo, porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón, en quien has puesto
toda tu confianza […] Y la consagración es el acto por el que se hace sagrada
una cosa, un espacio o una persona, marcándole con un carácter que la retira de
los usos comunes y la confiere un valor religioso incomparablemente superior a
todos los demás valores. ¡Sólo para Dios! Unido y complementado a este gran
don, Dios te ha dado hermanas, una fraternidad, en la cual vives tu entrega,
acogiendo al resto de hermanas como don de Dios. No sois un grupo de amigas o soleteras
que vivís junta. No, sois hermanas, hijas y esposas», afirmó con firmeza el
religioso.
«En la primera lectura hemos escuchado
como el Esposo, en su amor, llama a la esposa “paloma”, expresión de ternura y
de deseo [...] Este relato, a cuyo testo alude la leyenda (Leyenda Santa Clara
10), habla de los escondrijos de la paloma en las grietas de la roca. En la
tradición mística, esta palabra tiene un doble significado: desde el primer
pecado, el hombre busca su escondrijo escondiéndose en la Palabra divina, y el
Redentor también nos busca en nuestros diversos escondrijos […] Santa Clara, en
san Damián, en las grietas de la roca, se transforma en escondrijo feliz en
donde se esconde con sus hermanas y viven solo para Dios. Todo esto, lejos de
ser un misticismo romántico o poco real, ofrece indicaciones muy concretas para
la vida religiosa. Amar la sencillez; no dar importancia a las opiniones
humanas; someterse al juicio de los ojos del Señor y aprender de Jesús la
castidad, la obediencia, la pobreza; meditar las palabras divinas, unirse en la
penitencia con el Señor que sufre, vivir no para una misma, sino en unión con
el Señor; hacer que el esposo no oiga en la adoración y así aprender a volar.
He aquí el modo de reparar la casa del Señor. Éste es el camino hacia la
verdadera reforma de la Iglesia»
«Profesar –continuó– es poner el propio
nido en la cavidad de esta roca, uniéndote a Clara y sus hermanas, para llegar
a ser “paloma de plata”, para llegar a ser esposa de Cristo. Es responder con
generosidad y coraje a la voz que brota de los labios de Jesús que dice: “ven y
repara mi casa”. Te felicito de todo corazón, querida hermana Blanca Lila, por
esta respuesta a la llamada del Señor. Recuerda, el Señor nunca defrauda ni
deja en la estacada a quien se entrega a Él con total confianza. Sí, Él que te
llamó, te dará la fuerza y la gracia necesaria para serle fiel en todo momento,
viviendo el carisma clariano desde el silencio, el trabajo y la oración, siendo
pobre, casta, obediente y en clausura», puntualizó en último lugar a la par que
daba emocionadamente las gracias a la comunidad de Clarisas de El Toboso y a todos cuantos han
puesto un granito de arena para que fructificara en ella la vocación religiosa.
Agradecimiento
Al finalizar la Misa de su profesión
solemne, la propia Blanca Lila dirigió unas palabras de gratitud a todos
los presentes que llenaban la iglesia del convento toboseño. Primero a Dios y
después, empezando por sus padres y familia, fue desgranando un reconocimiento
minucioso que aglutinó a todas las personas que han hecho posible este día para
concluir dirigiéndose a su padre quien, tras la marcha del hogar familiar de
Blanca Lila para ir al convento, le interrogó a cerca de quién le iba a querer
más sino ellos. Y ella, llena del gozo de haberse dado a Dios, su esposo, y por
entero, hoy le ha respondido públicamente a su papá diciéndole y mostrándole a todas las personas que tanto la quieren, sacerdotes, hermanas de comunidad,
amigos y fieles de El Toboso, momento en el que todos los presentes han confirmado sus palabras con un extensivo aplauso de felicitación y enhorabuena.
FOTO:
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Cencerrado Fotografía, 2015
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InfoParroquia EL TOBOSO, 2015
001.- Blanca Lila pronunciando el texto manuscrito de su profesión.
002.- Con corona de flores, símbolo de la profesión.
003.- Momento de la postración mientras los fieles invocaban la intercesión de todos los santos.
004 y 005.- Blanca Lila con el grupo de religiosas presentes en la
celebración y su familia.