sábado, 21 de noviembre de 2015

Convento Clarisas

La hermana Blanca Lila profesó solemnemente dentro de la Orden de Santa Clara en El Toboso

Un buen número de sacerdotes, religiosas, amigos de la comunidad y fieles han acompañado a la nueva monja profesa, entre ellos su familia venida desde Paraguay, que se han dado cita en el Convento de la Concepción de las Hermanas Clarisas de El Toboso (Toledo).


EL TOBOSO / 21 NOV ■ Infoparroquia.- «Hoy es un día de solemnidad en esta casa de Hermanas Clarisas. Un día grande, con la misma solemnidad como cuando celebramos las fiestas de la Virgen, de nuestro Padre San Francisco o nuestra Madre Santa Clara. Porque hoy, nuestra hermana Blanca Lila se consagra para siempre al Señor». Con estas palabras y tras el saludo a los presentes, ha iniciado su homilía el franciscano P. Juan Pedro Ortega Torrero, de la comunidad de religiosos que la Orden del Santo de Asís tiene en Alcorcón (Madrid), quien se ha trasladado hasta la Patria de Dulcinea para presidir la profesión solemne de la hermana Blanca Lila de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, O.S.C. Una celebración que comenzó a las doce en punto del medio día de este sábado, 21 de noviembre, y que contó con la presencia de los padres y familiares de la nueva monja profesa que se trasladaron desde la capital de Paraguay, Asunción, hasta la mismísima ciudad de El Toboso, en la provincia de Toledo.

Además de su familia, también estuvo presente en esta celebración el capellán del convento y párroco de la localidad, Rvdo. D. Juan Miguel Romeralo Santiago, el capellán del Monasterio toboseño de Trinitarias, Rvdo. D. Eduardo Toledo Bielsa, religiosos de la Tercera Orden Regular de las comunidades de Quintanar de la Orden (Toledo) y barrio de Vallecas, en Madrid, así como otros sacerdotes y religiosos amigos de la comunidad de hermanas Clarisas, que a su vez estuvieron muy bien arropadas por la presencia de un nutrido grupo monjas de la misma Orden procedentes de los conventos que actualmente conforman la Federación de Castilla y que en esta mañana hicieron de coro en la Misa.

La hermana Blanca Lila emitió su fórmula de profesión en presencia de la nueva Madre Abadesa de la recién estrenada comunidad El Toboso –Villarrubia de los Ojos, sor Cristina Santos Rojo, una nueva andadura de filiación monacal que aglutina a dieciséis monjas clarisas repartidas entre los dos conventos existentes en pleno corazón de La Mancha toledana y ciudadrealeña. También le acompañó en este momento la madre sor Rosario, que durante estos seis años y medio que Blanca Lila lleva en El Toboso ha ejercido de formadora y maestra.


Sal de tu tierra

El P. Juan Pedro, comentando la vocación de Abrahán llamado a forman el pueblo de Dios, se dirigió a Blanca Lila recordándole que «la profesión que emites hoy es la entrada definitiva en la tierra prometida, en el compromiso definitivo entre Dios, que un día te llamó a salir de tu tierra y patria (Paraguay), y de la casa de tus padres, para seguirle más de cerca. Y tú, siguiendo aquella primera llamada de parte de Dios, has ido madurándola, acrisolándola, hasta llegar a este momento en el que te comprometes pública y definitivamente a ser su esposa para siempre, teniéndole a Él como al único amor de tu vida. Sí, pues este compromiso que hoy haces, sé que nace del convencimiento de que Dios es el único y el verdadero Amor de tu vida, que da respuesta a los interrogantes más profundos del corazón enamorado y que hace comprender que no necesitas de ningún otro amor para llenar tu corazón, porque Dios te llena totalmente»


«Esta alianza de amor entre Dios y tú lleva consigo el compromiso de aspirar a los bienes de arriba, donde está Cristo, porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón, en quien has puesto toda tu confianza […] Y la consagración es el acto por el que se hace sagrada una cosa, un espacio o una persona, marcándole con un carácter que la retira de los usos comunes y la confiere un valor religioso incomparablemente superior a todos los demás valores. ¡Sólo para Dios! Unido y complementado a este gran don, Dios te ha dado hermanas, una fraternidad, en la cual vives tu entrega, acogiendo al resto de hermanas como don de Dios. No sois un grupo de amigas o soleteras que vivís junta. No, sois hermanas, hijas y esposas», afirmó con firmeza el religioso.

«En la primera lectura hemos escuchado como el Esposo, en su amor, llama a la esposa “paloma”, expresión de ternura y de deseo [...] Este relato, a cuyo testo alude la leyenda (Leyenda Santa Clara 10), habla de los escondrijos de la paloma en las grietas de la roca. En la tradición mística, esta palabra tiene un doble significado: desde el primer pecado, el hombre busca su escondrijo escondiéndose en la Palabra divina, y el Redentor también nos busca en nuestros diversos escondrijos […] Santa Clara, en san Damián, en las grietas de la roca, se transforma en escondrijo feliz en donde se esconde con sus hermanas y viven solo para Dios. Todo esto, lejos de ser un misticismo romántico o poco real, ofrece indicaciones muy concretas para la vida religiosa. Amar la sencillez; no dar importancia a las opiniones humanas; someterse al juicio de los ojos del Señor y aprender de Jesús la castidad, la obediencia, la pobreza; meditar las palabras divinas, unirse en la penitencia con el Señor que sufre, vivir no para una misma, sino en unión con el Señor; hacer que el esposo no oiga en la adoración y así aprender a volar. He aquí el modo de reparar la casa del Señor. Éste es el camino hacia la verdadera reforma de la Iglesia»


«Profesar –continuó– es poner el propio nido en la cavidad de esta roca, uniéndote a Clara y sus hermanas, para llegar a ser “paloma de plata”, para llegar a ser esposa de Cristo. Es responder con generosidad y coraje a la voz que brota de los labios de Jesús que dice: “ven y repara mi casa”. Te felicito de todo corazón, querida hermana Blanca Lila, por esta respuesta a la llamada del Señor. Recuerda, el Señor nunca defrauda ni deja en la estacada a quien se entrega a Él con total confianza. Sí, Él que te llamó, te dará la fuerza y la gracia necesaria para serle fiel en todo momento, viviendo el carisma clariano desde el silencio, el trabajo y la oración, siendo pobre, casta, obediente y en clausura», puntualizó en último lugar a la par que daba emocionadamente las gracias a la comunidad de Clarisas de El Toboso y a todos cuantos han puesto un granito de arena para que fructificara en ella la vocación religiosa.

Agradecimiento

Al finalizar la Misa de su profesión solemne, la propia Blanca Lila dirigió unas palabras de gratitud a todos los presentes que llenaban la iglesia del convento toboseño. Primero a Dios y después, empezando por sus padres y familia, fue desgranando un reconocimiento minucioso que aglutinó a todas las personas que han hecho posible este día para concluir dirigiéndose a su padre quien, tras la marcha del hogar familiar de Blanca Lila para ir al convento, le interrogó a cerca de quién le iba a querer más sino ellos. Y ella, llena del gozo de haberse dado a Dios, su esposo, y por entero, hoy le ha respondido públicamente a su papá diciéndole y mostrándole a todas las personas que tanto la quieren, sacerdotes, hermanas de comunidad, amigos y fieles de El Toboso, momento en el que todos los presentes han confirmado sus palabras con un extensivo aplauso de felicitación y enhorabuena.



FOTO:


© InfoParroquia EL TOBOSO, 2015

001.- Blanca Lila pronunciando el texto manuscrito de su profesión.

002.- Con corona de flores, símbolo de la profesión.

003.- Momento de la postración mientras los fieles invocaban la intercesión de todos los santos.

004 y 005.- Blanca Lila con el grupo de religiosas presentes en la celebración y su familia.