Las Trinitarias Contemplativas de El Toboso celebran
el día en que su fundadora entregó su alma al Creador
Este miércoles, 13 de abril, se cumplen 326
años de la muerte de Sor Ángela María de la Concepción, escritora mística, reformadora, fundadora y primera priora de esta comunidad contemplativa que son sólo 41 años entregó su alma al Creador en 1690, en aromas de santidad.
EL TOBOSO / 12 ABR ■ InfoParroquia / Jorge Holguera.- La
Venerable Madre Sor Ángela María de la
Concepción, fundadora del monasterio de la Inmaculada y San José de esta
villa toledana vivió hasta el 13 de abril de 1690, día en que rodeada de todas
las hermanas trinitarias que la acompañaban a la hora de las “Avemarías”
entregó su espíritu en manos del Eterno Padre.
Las trinitarias recoletas
de El Toboso tienen en tanta estima a su Venerable Madre fundadora que cada 13
de abril, las hermanas lo organizan con especial mimo. Con varios días de
antelación adornan con delicadeza y gran cariño el lugar donde se encuentra la
arqueta que custodia los restos de Ángela María. El mismo día 13, rezan en
Comunidad el oficio. Luego tras la eucaristía diaria de 9:30 de la mañana
cantan el himno y reparten entre los asistentes una estampa de la Venerable
Ángela María de la Concepción con el fin de ofrecer a cuantas personas lo
precisen, la posibilidad de pedir la intercesión o protección de esta santa
mujer que falleció con tan sólo 41 años de edad muy aprovechados pues fue
religiosa, reconocida escritora mística, fundadora y reformadora recoleta de la
orden femenina trinitaria. Además, el himno lo cantan el día 13 de cada mes y
en la intimidad de la comunidad, rezan hora santa por la Venerable Madre
fundadora de quien continúan bebiendo de su riego espiritual para nuevas
plantas, como reza una de sus obras.
Las religiosas trinitarias de El Toboso son muy queridas por este pueblo, así como lo fuera y sigue siendo la Venerable Madre Ángela María de la Concepción que, natural de Cantalapiedra, y llegada de la comunidad de trinitarias descalzas de Medina del Campo fue acogida en la villa de Dulcinea con “un recibimiento apoteósico”, un 24 de mayo, según relata el padre Primitivo Zabaleta en ‘Dios me sedujo’ Ángela María de la Concepción fue despedida por el pueblo durante su velorio, en que tal y como escribe Pilar Cárdenas en ‘Un fino diamante para Dios’, “fueron innumerables las personas que, con gran sentimiento, se acercaron al cuerpo de la reformadora trinitaria, a quién recurrían para consuelo de sus aflicciones”. La madre Ángela María de San Antonio que vivió aquel triste momento dejó testimonio del paso frente a santo cadáver de muchísimas personas que “a una voz la llamaban Santa”.
Muchos libros hay
escritos sobre la que algunos autores han denominado 'Segunda Santa Teresa de
Jesús', 'Dulcinea de Dios' y otros nombres que dejan constancia del cariño y
parte de las grandes virtudes que la preciaban. También hay varios manuscritos
que ella dejó, de los cuales salieron su autobiografía y ‘Riego Espiritual’.
Concretamente, en el prólogo de la tercera edición de este último se alude al
testimonio del “ilustradísimo” padre Fray Francisco de Castañeda Quiroga de la
Victoria de Madrid, que el 9 de diciembre de 1690 decía “que la autora de este
libro, la Madre sor Ángela de la Concepción, merecía ser laureada por
Doctora…pues excede a muchos autores místicos, que han escrito en este asunto,
en la gravedad de las sentencias, y en la elocuencia del estilo”.
FOTO:
© Pilar Cárdenas Ganado, 2007
001.- Portada del libro "Un fino diamante para Dios"