domingo, 18 de diciembre de 2011

Navidad 2011 -Mensaje


Mensaje Navideño de la 
Parroquia "San Antonio Abad"
de El Toboso (Toledo)

“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz.
Una luz ha brillado para los que vivían en el país de las sombras” (Is 9,1)

   “En medio de la noche brilló una gran luz”. Así de escueto es el relato de Juan describiendo el misterio de la Navidad. Normalmente tendemos a acercarnos al misterio tanto de Dios como al misterio de cualquier ser humano desde el ruido apremiante de las palabras y olvidando el sosiego del que sale al encuentro del otro desde el susurro del corazón.

   Aquello que a pesar de “celebrarlo” cada año seguimos sin comprenderlo y sin saberlo expresar, queda resumido en esas pocas palabras nacidas de la experiencia de Dios. El apóstol Juan no sólo sabe quién es Jesús, no sólo es capaz de dar muchos datos de Cristo desconocidos para la gran mayoría de los mortales; Juan ha sido capaz de descubrir el misterio de Dios porque ha aceptado la invitación a entrar en la intimidad de Dios;  invitación , por cierto, que el Verbo Encarnado sigue haciendo extensiva hoy  a cada ser humano.

   A Dios o se llega por la senda del corazón o no se llega a ningún sitio dando vueltas permanentemente en el círculo eterno de nuestras limitaciones.

   “Brilló una gran luz” que disipó la oscuridad. Disipó la oscuridad exterior, aunque fuese sólo un momento y viniera acompañada de los cánticos celestiales; y la oscuridad interior que está presente en cada hombre en el que no habita Dios-luz. El papa Benedicto XVI no se cansa de repetir en torno a estas fiestas de la Navidad el mismo mensaje: “Si Dios falta,  falla la esperanza, nada tiene sentido”.

   El misterio de la Navidad va unido a esa oferta permanente de esperanza que da sentido a cada segundo de nuestra existencia; revela que no sólo son valorables y dignas de aplauso las escasas genialidades que somos capaces de hacer muy de cuando en cuando sino que vale la pena cada segundo que hemos decidido entregar a Dios y desde Dios a los que Dios ha puesto en nuestro camino.  La Navidad no es sólo un tiempo de efímeros deseos y propósitos que acompañamos con vinos espumosos y grandes reuniones familiares. La Navidad es la ocasión de descubrir la luz que Dios te invita a encender en tu vida y el momento de caer en la cuenta de la oscuridad que estás empezando a dejar atrás.

   Ya que salimos con luces al encuentro de Dios Niño procuremos también poner luz y una sonrisa en cada obra maestra de Dios que es cada uno de nuestros hermanos.

   Feliz Navidad y la más grande de mis bendiciones para todos y cada uno de los feligreses de esta Parroquia de san Antonio, Abad, de El Toboso especialmente a los que por una razón u otra sientan más cercano el zarpazo de la oscuridad.

Rvdo. D. Juan Miguel Romeralo Santiago
Cura-Párroco